No hace mucho que compramos y leimos junto a nuestro hijo un cuento infantil que relataba la historia de uno de los personajes más célebres de la Villa de Sallent, un pequeño pueblecito situado en medio del Pirineo. Se trataba Fermín Arrudi, popularmente conocido como el Gigante de Sallent. Era Fermín, como le define su apodo, un tipo enorme, en todos los aspectos. Su generosidad y su pasión por el trabajo bien hecho eran algunas de sus mejores virtudes. Pues bien, resulta que poco tiempo después de disfrutar con esta historia, tuvimos la ocasión de realizar allí una sesión de preboda, y nos quedamos con la sensación de que la energía de Fermín sigue presente, porque sus atributos facilmente son aplicables a cualquiera de sus habitantes, y es que lo que disfrutamos junto a esta pareja fue fascinante. Como contábamos… generosidad y pasión. Un cuento en la nieve a través de sus anhelos, de sus sueños y de su cariño. Un cuento en la nieve a través de nuestra mirada. Muchas gracias Eri y Pedro. Y sí Eri, «lo mejor está por llegar», sin duda.

P&H

No hace mucho que compramos y leimos junto a nuestro hijo un cuento infantil que relataba la historia de uno de los personajes más célebres de la Villa de Sallent, un pequeño pueblecito situado en medio del Pirineo. Se trataba Fermín Arrudi, popularmente conocido como el Gigante de Sallent. Era Fermín, como le define su apodo, un tipo enorme, en todos los aspectos. Su generosidad y su pasión por el trabajo bien hecho eran algunas de sus mejores virtudes. Pues bien, resulta que poco tiempo después de disfrutar con esta historia, tuvimos la ocasión de realizar allí una sesión de preboda, y nos quedamos con la sensación de que la energía de Fermín sigue presente, porque sus atributos facilmente son aplicables a cualquiera de sus habitantes, y es que lo que disfrutamos junto a esta pareja fue fascinante. Como contábamos… generosidad y pasión. Un cuento en la nieve a través de sus anhelos, de sus sueños y de su cariño. Un cuento en la nieve a través de nuestra mirada. Muchas gracias Eri y Pedro. Y sí Eri, «lo mejor está por llegar», sin duda.

P&H